Si tú también eres mamá, coincidirás conmigo que esto de la educación es todo un mundo. Y es que por muy sencillo que se vea desde fuera, criar a los peques tiene su aquel. Mi hijo, ya te lo he dicho en alguna ocasión, tiene 7 años y mi hija 2. Desde que nacieron he escuchado muchas frases que no me terminan de convencer.
Categoría Ser madres y padres
¿Qué tal te sentirías si tu pareja te dice que te quiere mucho pero que no quiere compartir actividades o tiempo contigo? Algo parecido es lo que deben sentir nuestros hijos cuando le decimos: & 39;Lo siento cariño, pero ahora no quiero jugar contigo& 39;. Pero, ¿qué podemos hacer y decirles a los niños cuando no nos apetece jugar con ellos?
Una sonrisa, un pequeño juego, leerles un cuento por la noche... Hay cosas no materiales y sí sentimentales que no nos cuesta nada hacer, pero que para nuestros peques significan un mundo de felicidad. Son acciones y gestos del día a día que fomentan la unión familiar y, a la vez, hacen que nuestros hijos se sientan queridos.
¡Felicidades, querida mamá! Si estás leyendo este post sobre los temas que debes discutir o dialogar con tu pareja antes de que tu bebé nazca, es que ya estás embarazada, o al menos tenéis la intención de quedarte pronto; así que me permito la libertad de darte la enhorabuena. Tienes delante de ti un camino de rosas muy bello y la mayor aventura de tu vida, pero no por ello debes dejar de planificar y de pensar.
Los padres somos los primeros y principales referentes de nuestros hijos. De ahí que debamos prestar atención al lenguaje que usamos con ellos, pero también a la forma en la que nos comportamos y les educamos. De ahí que en el día a día se puedan producir ciertas situaciones cotidianas en las que los padres nos vemos fácilmente reflejados en los niños y su comportamiento.
Intentamos ser padres y madres perfectos: que todo lo hagan bien, que tengan todo siempre ordenado, que pasen todo el tiempo del mundo con sus hijos... Sin embargo, la perfección no existe y, por lo tanto, nuestro objetivo no debe ser alcanzarlo dentro de nuestra maternidad o paternidad. Sin embargo, sí que hay algunas líneas rojas que los padres y las madres no podemos sobrepasar, sobre todo cuando hablamos de la educación de nuestros hijos.
Los hijos son capaces de ponernos a prueba como nunca nadie lo ha hecho. Si pensabas que tenías una paciencia infinita o que eras de carácter tranquilo, nada mejor que vivir la maternidad o la paternidad para darte cuenta de que tu personalidad puede cambiar radicalmente cuando hay niños de por medio.
Cuando nuestros hijos no se comportan como esperamos, solemos hacernos la pregunta, ¿lo estamos haciendo bien? Pero quizás esta cuestión nos la deberíamos realizar más a menudo y no solo en los & 39;malos momentos& 39;. ¿Por qué deberíamos preguntarnos si lo estamos haciendo bien como padres?¿Que papá o mamá no se ha sentido culpable alguna vez por algo que han hecho sus hijos?
Nuestros hijos siempre nos sorprenden con cosas nuevas, pero hay veces que al quedarnos mirándolos volvemos a nuestra infancia y nos recuerdan todo aquello que hacíamos cuando éramos tan pequeños como ellos: los juegos, las ilusiones, los pensamientos.... ¡De repente es como si nuestros hijos estuvieran viviendo una parte de nuestra vida!
& 39;Todos sabemos lo que es la felicidad. Todo el mundo tiene un modelo para explicarla& 39;. Llevamos unos años viviendo bajo el paraguas del mundo & 39;wonderful& 39;; dícese de ese mundo donde nos encontramos con mensajes como: & 39;Si quieres, puedes conseguirlo& 39;, & 39;¡Nada es imposible!& 39;, & 39;El pensamiento lo cambia todo& 39; o simplemente, & 39;¡Tú puedes!
Todos queremos tener esa hija o hijo que sea emocionalmente inteligente, con valores, seguro de sí mismo... ¿verdad? Y puede que ahora mismo te preguntes: & 39;¿Cómo hacerlo?& 39; La respuesta es fácil: Siendo nosotros esa persona que queremos ver en ellos y, sobre todo, controlando nuestras emociones negativas para que no afecten a los niños.
La maternidad es maravillosa, una experiencia que animo ciegamente a que toda mujer experimente, aunque también puedo entender a aquellas personas que han decidido no adentrarse en esta montaña rusa. Y es que ser madre es un trabajo de tiempo completo con horas extras constantes y recesos limitados. Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre lo demandante que es este papel que adoptamos las mujeres, y lo último que he leído y me ha encantado (ya estoy preparando la maleta) es que las madres deberían irse de vacaciones solas sin niños una vez al año.
¿A quién se parece más tu hijo? Los ojos, el pelo, los gestos... la forma de ser. ¿De quién heredó más? Pues según los últimos estudios, tu hijo debería parecerse más... ¡al padre! En un principio puede que pienses... & 39;eso es una lotería. La genética es azar& 39;.... pero los investigadores han conseguido demostrar que el hombre aporta más carga genética que la mujer a sus descendientes.
Universalmente, la familia sigue siendo considerada aún como la unidad básica de la sociedad. Es uno de los vínculos afectivos más poderosos. El Día Internacional de la Familia, que se celebra todos los años el día 15 de mayo, fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 47/237 del 20 de septiembre de 1993, con el objetivo de aumentar el grado de concienciación acerca de los temas relacionados con la familia y fomentar los lazos familiares.
Cada niño y cada niña es un mundo, una frase que tú y yo hemos oído cientos de veces y que tiene toda la razón del mundo, ¿verdad? Sin embargo, como madre de dos niñas, no dejo de pensar que hay una serie de cosas que solo las madres y padres con niñas entendemos. No me malinterpretes ni pienses que te voy a hablar de tópicos, mi idea más bien es contarte esos pequeños detalles que solo las que tenemos hijas vemos de una forma especial.
Hemos comprado durante muchos años el modelo multitarea: hacer muchas cosas al mismo tiempo todo el rato. Somos la sociedad del hacer; cuanto más, mejor, cuanto más, más valor personal creemos tener. La inactividad, que estaría en el otro extremo, no está bien vista, la asociamos a dejadez, desidia, desgana pérdida de tiempo… Esto hace que exista un miedo de los padres a que sus hijos se aburran o no tengan nada que hacer.
¿Por qué los niños no vendrán con un manual debajo del brazo? Quizás así sería más fácil. Los padres sabríamos lo que tendríamos que hacer y, en consecuencia, ellos estarían mejor. Entonces, si estuviese todo tan programado, ¿dónde quedarían los momentos de pedir perdón y de abrazarse, por ejemplo? Ser padres es difícil, pero es la mejor aventura a la que una persona se puede enfrentar, ¡es subirse a la montaña rusa de las emociones!
Cuando decidimos ser padres, tenemos frente a nosotros el mayor reto de nuestras vidas (aunque no lo sepamos). ¿Cómo conseguir criar niños equilibrados, sanos mentalmente y felices. Todo se consigue con amor, con pasión, con verdad y, sobre todo, con menos reproches. Aquí tienes 13 consejos para involucrarnos en la educación de los niños desde casa.
La frustración es un sentimiento que aparece en el niño cuando no es capaz de satisfacer algún deseo o necesidad. Este sentimiento provoca que el pequeño experimente una serie de emociones entremezcladas como estar enfadado, estar triste, tener ansiedad, etc. Y no saber cómo enfrentarse a ellas. Sin embargo, hay ciertas cosas que, con un poco de reflexión, podemos aprender a partir de la frustración que a veces los niños sienten.
Nos llegan numerosos mensajes para pedir ayuda o recomendaciones sobre qué hacer en estos días en los que estamos confinados en casa con nuestros hijos por la crisis del coronavirus. Lamentablemente es una situación anómala, que nunca hubiéramos imaginado, y como nunca lo hemos pasado no estamos preparados para poder afrontar una situación como esta.
Pasar más tiempo con los hijos es un deseo que muchos padres tenemos, por eso intentar negociar con tu empresa la opción del teletrabajo es una gran oportunidad. Te evitarás perder una hora de camino en la ida y otra en la vuelta y, por tanto, te permitirá invertir ese tiempo en tus hijos. El problema ocurre cuando se producen situaciones especiales, como la que se está viviendo con el coronavirus, y toca teletrabajar con niños en casa.